Cuidado si tu hijo empieza a hablar de bitcoin y criptomonedas

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¿Qué es el bitcoin y las criptomonedas?

El Bitcoin es una criptomoneda, la más conocida y la que más éxito está teniendo a lo largo de los años y en casi todo el mundo. Las criptomonedas, con el bitcoin a la cabeza, son una especie de moneda digital, es decir, no existe físicamente como sí existe el euro o el dólar, y con la peculiaridad de que no la emite ningún banco ni entidad financiera, ni está sujeta a la intervención de gobiernos o estados. Su cotización, aseguran, depende exclusivamente de las transacciones de quienes la poseen, es decir, si hay más demanda de bitcoin, su cotización se elevará, y viceversa, y en esta fluctuación del precio del bitcoin, aseguran, no hay interferencias de autoridades, ni bancos, ni de ningún otro organismo gubernamental, lo que según sus defensores, es una gran ventaja con respecto a las monedas tradicionales.

La realidad es que desde que se empezó a utilizar el bitcoin, la cotización de la moneda no ha parado de crecer, si bien ha habido momentos en los que ha habido grandes fluctuaciones en su cotización. Actualmente, un bitcoin cuesta más de 28.000€ y está prácticamente en su momento más álgido de cotización, lo que está provocando que cada vez más inversores se animen a invertir sus ahorros en esa moneda.

El objetivo de este artículo no es explicar qué es el bitcoin, ni cómo invertir en él, sino alertar a muchos padres de una situación que puede afectar a sus propios hijos, veamos por qué y cómo pueden actuar en caso de que esto ocurra.

¿Por qué está de moda entre los jóvenes y qué riesgos tiene?

No es difícil de entender que para los jóvenes todo lo que sea digital tiene un plus de interés, y este es uno de los motivos por los que el bitcoin, junto con otras criptomonedas, tengan un incentivo de interés para ellos, porque pueden seguir su evolución con su propio móvil, hay numerosas aplicaciones dedicadas a la gestión de criptomonedas, y hay grupos de Twitter, canales de Youtube o cuentas de Instagram que se dedican a informar de evoluciones al respecto, algo muy atractivo para los jóvenes.

Además, hay un valor añadido, que se asocia a la etapa de la adolescencia y la eterna rebeldía sobre los padres, y es que los padres en su gran mayoría no conocen las criptomonedas, y por supuesto, dudan de ellas y de que sean fiables o rentables. Esto, que podría ser un factor disuasor, en realidad se convierte en un incentivo más para el adolescente, que verá en las criptomonedas la excusa perfecta para manejar dinero y hacer inversiones en algo que sus padres ni siquiera saben que existe en la mayoría de los casos. Para invertir en bitcoin no hacen falta bancos, no necesitan autorización de sus padres, y en algunos portales online que operan con bitcoin permiten el acceso a menores.

Para los jóvenes, el bitcoin supone un estilo de vida que le permitirá obtener beneficios sin esfuerzo, sin necesidad de estudiar, sin necesidad de trabajar, y a menudo, de forma rápida y sencilla. Seguro que algunos amigos suyos le animan dándole el ejemplo de cómo consiguieron dinero fácil a través de comprar y vender bitcoin.

El peligro es el mismo que el de las adicciones al juego, lo peor que le puede ocurrir al joven es que efectivamente, gane dinero fácilmente a través de estas criptomonedas, porque será fácil para él caer en la tentación de pensar que es algo fácil, sencillo y sin riesgos.

El éxito de estas criptomonedas entre los jóvenes y pequeños inversores no está sólo en que hayan conseguido (hasta ahora) una alta rentabilidad, sino en el hecho de que haya continuas fluctuaciones en sus cotizaciones, lo que provoca que quienes inviertan dinero en bitcoin estén continuamente pendientes de esas fluctuaciones en el mercado de cotizaciones, algo similar a lo que les ocurre a los ludópatas cuando hacen por ejemplo apuestas a eventos deportivos, que están continuamente pendientes de la evolución del evento y con continuas subidas y bajadas de su estado emocional, según vaya el evento de acuerdo a lo apostado.

En realidad invertir en criptomonedas se parece más a apostar que a lo que tradicionalmente se ha conocido como invertir, que era al más lento, más prolongado en el tiempo, con menos fluctuaciones y con menos carga emocional. 

Efectos y síntomas preocupantes

A continuación damos unas recomendaciones para observar en nuestros jóvenes y que todos los padres deberían conocer para estar alerta y detectar lo antes posible antes de que la situación sea más grave. Éstas son esas recomendaciones a tener en cuenta:

A) El joven habla demasiado de temas económicos. Es común que de repente el joven empiece a hablar de inversiones, de bitcoin, de criptomonedas, de independencia económica, de negocios digitales,… Esto se debe a que tendrá amigos metidos en este asunto, y entre ellos hablan cada vez más de estos temas, cuando antes no eran de su interés.

B) Está excesivamente pendiente del móvil, trata de ocultarse para que no vean qué está viendo en él, vemos cambios drásticos en su estado emocional asociados al uso del móvil. Esto se debe a que está continuamente siguiendo las fluctuaciones del bitcoin, y según sean estas, al alza o a la baja, su estado emocional también se verá afectado.

C) Pide dinero continuamente, pero en cambio no se percibe que compre cosas ni hay una relación entre el dinero que pide y sus gastos conocidos. El joven puede pedir más dinero porque ha bajado la cotización del bitcoin y ha perdido dinero; o porque todo lo contrario, ha aumentado el valor, y quiere más dinero para seguir invirtiendo; o porque todo el dinero que tenía lo ha invertido y se ha quedado sin dinero para otros gastos como salir con amigos, ropa, material escolar,… Si como padres detectamos esta situación, hay que estar pendientes y quizás será el momento de pedir más explicaciones.

D) Deja de lado estudios, o cuestiona la utilidad de éstos. Es uno de los atractivos más comunes entre quienes invierten en criptomonedas, alcanzar la libertad financiera, y conseguirla además sin tener que trabajar. Entre estos jóvenes está el pensamiento de poder tener una fuente de ingresos elevada sin necesidad de estudios universitarios, sin tener que trabajar todos los días, sin horarios, sin jefes,…. El único problema para ellos es conseguir la cantidad suficiente de dinero para que los beneficios sean cuantiosos.

E) Aparecen cambios drásticos en el estilo de vida del joven. Tiende a acostarse tarde o estar toda la noche despierto, levantarse tarde, no participar en labores de casa, irritabilidad, poca comunicación con el resto de la familia, comportamientos huraños y evitativos. Todo ello debido a que está dedicado casi en exclusiva a esta temática que empieza a rozar lo obsesivo.

F) Fracaso escolar, abandono de estudios, rechazo de trabajos,… Un síntoma preocupante es cuando un joven que había sido buen estudiante de repente empieza a fracasar estrepitosamente en sus estudios; o directamente dejar sus estudios argumentando que no está motivado, que no es lo que él buscaba, que no lo ve claro para el futuro,… También rechazará trabajos, incluso bien remunerados, porque los considera algo del pasado y que sólo es una forma de esclavitud, puesto que él puede tener independencia económica sin trabajar.

Si detectamos algunos de estos síntomas en un joven , hay que estar en alerta, controlar su gestión del dinero y supervisar el uso que hace de su móvil para evitar que este problema se agrave y que entre en una espirar aún más peligrosa. A continuación, explicamos las consecuencias que pueden ocurrir si este problema no se detecta a tiempo y se controla.

¿Qué consecuencias puede haber?

Que un joven entre en este mundo de las criptomonedas como es el caso de los bitcoin, es algo que puede acarrear numerosas consecuencias, no sólo económicas, que a continuación describiremos:

A) Perder parte del dinero invertido. Vaya por delante que no hay inversión sin riesgo, y que en cualquier tipo de inversión corremos el riesgo de perder parte de nuestro dinero, o en algunos casos, todo el dinero invertido. Incluso si invertimos en bancos oficiales que pueden estar respaldados por estados y gobiernos, ha habido incidentes de bancarrotas o estafas que han afectado a los ahorros de los clientes. Eso es algo que todos debemos tener en cuenta ante cualquier inversión, que debemos contemplar la posibilidad de equivocarnos y perder parte del dinero o poder llegar a perderlo todo. No hay inversión 100% segura. Sin embargo, los defensores de las criptomonedas defienden que es un valor seguro y que siempre ha ido creciendo y ponen ejemplos de quienes compraron un bitcoin cuando salió y que ahora vale muchos miles de euros. Eso es solo en parte cierto, porque aunque globalmente el bitcoin ha ido creciendo progresivamente, ha tenido caídas y bajadas que han provocado que muchos pequeños inversores pierdan dinero. Es el síndrome del pequeño inversor, que en cuanto ve que las cotizaciones bajan, se apresura a vender asumiendo una pérdida pero por temor a perderlo todo; mientras que el ahorrador experto, no compra a la alza, sino a la baja, teniendo paciencia en que va a remontar y ganará más dinero. Además, el comprador experto no pone todo su dinero en una sola inversión, sino que diversifica; mientras que el pequeño inversor pone su pequeña cantidad de dinero en una sola inversión, y si ésta baja, le entra el miedo y retira su dinero asumiendo pérdidas.

B) Perder todo el dinero. Ya ha habido casos de portales online en los que se operaba con bitcoin que de repente se fueron al traste y dejaron a todos sus clientes sin acceso a sus bitcoin. Hay que decir que tener un bitcoin en tu poder no es como tener un billete, una moneda física,  o un documento formal de que se tiene la propiedad de ello; sino que es algo más parecido a cuando abrimos una cuenta de correo electrónico, que lo único que tenemos es un nombre de usuario y una contraseña, que puede que hasta nos la roben.

C) Desarrollar una adicción similar a la ludopatía o a las nuevas tecnologías. Ya hemos explicado que las criptomonedas tienen un funcionamiento similar al de las apuestas deportivas online, con evolución constante de sus cotizaciones, lo que genera una dependencia emocional tan fuerte como estos otros tipos de adicciones ligadas a las nuevas tecnologías.

D) Buscar fuentes rápidas de ganar dinero. Cuando alguien está convencido de que va a ganar dinero fácilmente y rápidamente, a menudo cae en la trampa de buscar dinero de forma rápida y a toda costa, como pedirle dinero a nuestros familiares o amigos, con la promesa de que se lo devolveremos en breve, incluso con beneficios; o recurrir a los famosos créditos rápidos que se anuncian constantemente en la televisión, esperando poder devolverlos sin problema con los beneficios en los bitcoin; otros han llegado a robar directamente dinero, sin pedirlo, para no perder la ocasión de invertir y tener grandes beneficios. Y en algunos casos se ha recurrido a prestamistas y usureros. En estos casos, cuando algo no sale bien, y no se gana el dinero que se esperaba, aparecen problemas serios que pueden acabar con graves consecuencias, incluso legales.

E) Entrar en negocios turbios y peligrosos. Que una criptomoneda como el bitcon no esté controlada por ningún gobierno, y por tanto, por Hacienda, sólo puede conseguir atraer la atención de aquellos que tienen negocios turbios al margen de la ley. Muchos de los negocios de la «deep web», o el internet oculto, se llevan a cabo con pagos en criptomonedas. Ya se ha encontrado que hay vendedores de drogas que sólo admitían pagos con bitcoin, porque es más seguro que el pago con dinero.

F) Problemas con Hacienda. En el mejor de los casos, hasta pudiendo ganar una buena cantidad de dinero, en el momento en que se convierten los bitcoin en euros, si Hacienda tiene conocimiento de ello, podrá actuar mediante la ley antifraude y de blanqueo de capitales. Hay que tener en cuenta que las criptomonedas NO SE CONSIDERAN DINERO, por lo que comprarlas o venderlas no se considera una acción fiscal, pero si consigues una cantidad de dinero importante tras la venta de tus criptomonedas, Hacienda actuará enseguida reclamando su parte. Esto ocurre porque en algún momento alguien tiene que cambiar esos bitcoin digitales en monedas o dinero real.

Antonio Gijón

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